¿Buscas ciencia? ¿Buscas buena ciencia ficción? ¿Buscas un gran guión? ¿Efectos Especiales de calidad? Pues esta no es la película, pero un rato divertido a costa de sus limitaciones esta asegurado en esta cinta serie Z.
Un técnico en radares trabaja para el gobierno y durante una prueba, al mando de un avión, detecta un O.V.N.I. El curioso altercado no es creído por sus compañeros, pero él esta convencido. Aviones en distintas zonas son desaparecidos con lo que se activa la alarma en todo el país. Nuestro protagonista es atacado por algo mientras regresa a la ciudad junto a una preciosa matemática y compañera de trabajo.
Hasta aquí el interés se mantiene, pero la revelación del dichoso objeto volador no identificado provoca un estallido de incredulidad, vergüenza ajena y risas hasta la carcajada. Una especie de gallina gigante que posee un escudo de materia y viene a alimentarse a nuestro planeta siguiendo un patrón de vuelo que es descifrado por nuestros protagonistas.
Absurda y patetica en el aspecto cientifico y mas aun en sus efectos especiales de bajo coste.
De ese tipo de películas que de tan, tan malas, son buenas. Como buenas son algunas anécdotas sobre la película y su estreno, provocando vergüenza hasta los mismos integrantes del reparto, ajenos al producto final.
Se te quedará marcado en el recuerdo ese monstruo-gallina y sus inolvidables gritos y la escena con el tren (descaradamente) de juguete.
Una autentica joya de la serie Z de los '50.
