Puro cine negro de los años '40. El amor de los "duros" nunca se mostró como en esta época.
Echado de un autobús y con un solo dolar en el bolsillo, nuestro protagonista acaba en un bar de carretera. Acabará enamorandose de la camarera, una "femme fatal" de mirada vacilona. Dispuesto a hacer lo que sea por casarse con ella, trama robarle a una ingenua y deliciosa joven su herencia familiar para poder escaparse junto a su futura esposa.
Otto Preminger consigue hacer puro cine "noir". Manteniendote pegado a la pantalla de principio a fin. Grandes encuadres que atrapan casi sin querer.
Una buena fotografía en blanco y negro y una música que encaja a la perfección en cada escena.
Una melodía salida de una gramola a la entrada de un bar de carretera, dedicada (sin palabras) por amor. Es soledad, resignación, recuerdo, amor, es una extensión del mismo cine negro.
Dana Andrews esta genial encarnando al tipo sin pasado, enamorado a primera vista. Esa cara casi inexpresiva encaja de maravilla en su personaje que oculta fracasos y engatusa con su labia y carisma. Linda Darnell como "femme fatal" desprende sensualidad y morbo, sobre ella gira la trama y la mantiene viva. Alice Faye es la rubia ingenua y enamorada, engañada y utilizada por culpa del dinero que posee, fenomenal.
A recordar los cara a cara de Andrews y Darnell (cualquiera de ellos). La confesión del pasado de Andrews en una habitación cualquiera a Faye y la escena final con esa gramola puesta en marcha de forma nostálgica. Una joya del cine negro.
